Etiqueta es la disciplina que tiene por objeto facilitar y hacer agradable las relaciones entre los semejantes.
Protocolo “Es el refinamiento en el trato social”
Los buenos modales también son para los niños.
Si se educamos a nuestros hijos como es debido, ¿por qué olvidarnos de las buenas maneras a la hora de sentarse a comer?
Los niños tienen que tener nociones de protocolo lo más pronto posible, como parte de su aprendizaje natural.
Los niños suelen ser un fiel reflejo de lo que ven en casa en cuanto a comportamiento y modales; sobre todo en los primeros años que apenas cuentan con otro contacto social que el de sus padres.
Desde ese preciso instante debemos tener cuidado con nuestro comportamiento, con nuestro lenguaje, con nuestros gestos ... los niños lo absorben todo, son como pequeñas esponjas ávidos por conocer y descubrir. Y aunque, en muchas ocasiones, no nos demos cuenta los niños están "grabando" todo lo que ven y escuchan.
Todas las enseñanzas son buenas, pero la educación será una de las más importantes y necesarias para su desarrollo como persona. Un niño educado es un adulto respetuoso, tolerante y preparado para convivir con los demás. La preparación profesional es importante, para poder desarrollar un trabajo determinado y ganarse el sueldo, pero el desarrollo personal es importante para todos los órdenes de la vida, su vida social, laboral, familiar.
Durante los primeros meses de vida del niño, las enseñanzas deben ser mínimas pues el niño apenas tiene capacidad motriz para poder realizar actos como tomar bien una cuchara o cualquier otro cubierto, limpiarse con una servilleta o babero, etc. Así todo, no podemos descuidar nuestros modales, pues los niños son "máquinas de imitar" y, aunque de forma inconsciente, imitarán todo lo que hacemos.
Iniciamos su educación en el momento en el que empiezan a decir sus primeras palabras. Después de asimilar la gran alegría de haber escuchado por primera vez papá, mamá o cualquier otra palabra, hay que ponerse manos a la obra. Hay que enseñarle a pedir las cosas por favor, a dar las gracias cuando le dan un caramelo, le deja un juguete, etc. No es fácil, pero a base de insistir se consigue.
Cuando el niño empieza a tener una buena coordinación de movimientos (ya no anda que parece que se va a caer), puede tomar cosas con las manos de una forma bastante buena y se mueve de una forma bastante suelta (a partir de los dos años, aproximadamente, dependiendo de cada niño), es hora de empezar a enseñarle algo más que gracias y por favor. Es hora de enseñarle a utilizar los cubiertos de forma correcta, a beber del vaso, a utilizar la servilleta ... pero con moderación. No se puede atosigar al niño. Ni dejarle que haga lo que quiera ni atosigarle. Hay un término medio para todo. Solo hay que ser un poco insistentes.
Cada vez que haga algo incorrecto hay que decirle como se hace de forma correcta, pero nunca regañarle. No se le puede hacer que tome una actitud negativa ante este tipo de aprendizaje, pues supondría un grave estorbo a la hora de tratar de enseñarle temas que le producen un fuerte rechazo.
Toma la cuchara así, o el tenedor de esta manera; no chupes el cuchillo; límpiate las manos antes de tomar el vaso para beber ... y muchas otras cuestiones que irán saliendo a lo largo de los días. Paciencia, mucha paciencia. El resultado merece la pena.
A partir de los 3-4 años empieza una nueva etapa en su vida, la vida social. Es fácil que a esa edad vaya a la guardería, le inviten a fiestas de cumpleaños o desarrolle una vida social paralela a la de sus padres (le llevan de compras, de visita a otra casa, etc.). El niño puede poner en práctica todas las enseñanzas recibidas y aprender otras nuevas. Empiezan las alegrías. Se siente contento porque su niño se mueve bien en todos los ambientes y de una forma educada. No tiene que escuchar la temida frase: "¡Que niño más maleducado!"
Ahora empieza una etapa en la que irá descubriendo nuevos retos, tanto personales como sociales; y sucederá algo mucho más importante en su vida; empezará a hacer cosas en las que usted no está presente. Tendrá una cierta autonomía de comportamiento. Aquí empieza a poner en práctica todo lo que ha aprendido y usted le ha enseñado. No obstante, tendrá siempre la vigilancia y observancia de los profesores (o debería tenerla), parte importante también en la formación no solo académica del niño, sino personal.
Todo lo que ha aprendido, con algún que otro "repaso", le sirve para desenvolverse de forma correcta en sociedad. En el colegio, en la calle, cuando va a un cumpleaños, cuando juega con otros compañeros, cuando se va de campamento, etc. Ahora solo queda refrescarle la memoria, de vez en cuando, y enseñarle nuevos comportamientos, sobre todo sociales (en el autobús, el metro, en la calle, en un restaurante o cafetería); ceder el paso en la puerta de entrada de un establecimiento, al entrar en el ascensor, ceder un asiento en el autobús o el metro, etc.
Con todo lo que le ha enseñado ha preparado al niño para desenvolverse de forma socialmente correcta en todo momento, por lo que podrá ir con el a todas partes (cosa que no siempre se puede hacer con niños que no están bien educados).
Tenacidad y paciencia, son una parte importante en este tipo de enseñanza o educación. No desfallecer, aunque a veces den ganas de tirar la toalla. Es por el bien del niño.
Enseñarles buenos modales en la mesa.
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Antes de sentarse.
Un punto fundamental es la higiene.
Deben saber que se tienen que lavar las manos y peinarse antes de sentarse a la mesa.
Si los niños vienen de jugar en la calle o llevan ropa de deporte, es aconsejable que también se cambien.
Si ellos mismos no pueden vestirse, tiene que ayudarles con tiempo para no llegar tarde al almuerzo. La puntualidad es fundamental también a esas edades.
Algunos consejos a tener en cuenta:
1. Alimentación. Los zumos, leche, etc. Si el niño es reacio a tomar este tipo de líquidos, se le puede convencer de que es muy divertido tomarlo por medio de una cañita (pajita). Se le puede incentivar de esta manera, pero hay que pensar en ir, poco a poco, enseñándoles a ir prescindiendo de la misma en un futuro. Puede ser un buen ejercicio de modales, enseñarles a no sorber haciendo ruido, a no soplar por la pajita, etc.
2. Jugar con la comida. Cuando un determinado alimento no les gusta es normal que empiecen a jugar con él en el plato. Hacer bolitas con la miga del pan, formas con el puré, etc. Hay veces que juegan mirando de forma un poco desafiante a sus padres o mayores. Es el momento para enseñarles que con la comida no se juega y que debe obedecer a los mayores. No se puede dejar que sus desafíos le hagan salirse con la suya. Es importante no perder los nervios. La calma y la paciencia dan sus frutos.
3. Los cubiertos, vasos, etc. La mesa es el momento idóneo para ir enseñando al niño cuando y como se utilizan los cubiertos. Y enseñarle que con los cubiertos no se juega, no se señala, no se lanzan ... que no se utilizan para otra cosa que para comer. Y es buen momento para enseñarle a beber de forma correcta por el vaso (a edades tempranas es mejor no utilizar copas para los niños).
4. Compostura. También es el momento de enseñarles que en la mesa deben mantener una postura correcta y un comportamiento adecuado. Ni rascarse la nariz o las orejas, chillar o hablar a voces, levantarse de la mesa a media comida, etc.
5. La servilleta. Es muy importante que, desde pequeños, aprendan a utilizar la servilleta (para limpiarse los labios, los dedos, etc.) y a saber cómo colocársela en las piernas. No es correcto, salvo para niños muy pequeños, colocarles la servilleta en el cuello. Se puede convertir en una mala costumbre.
La mesa es un lugar muy adecuado para ir enseñando a los niños, con mucha paciencia y tesón, los distintos usos y reglas que les servirán para toda su vida.
La mesa en la casa:
Dicen que la mesa es uno de los lugares donde se demuestra una buena educación, aunque sea en casa.
Mantelería:
Usar un mantel sencillo y la correspondiente servilleta de tela. Es de mal gusto dar una servilleta de papel al invitado y que los demás tengan su servilleta de tela. Otra solución es utilizar un mantelito individual para cada comensal y una servilleta.
Cubertería:
Use los cubiertos necesarios pero bien colocados. El tenedor a la izquierda y el cuchillo (con el filo hacia el interior) y la cuchara a la derecha. Como la sopa suele ser el primer plato, la cuchara se pondrá en el lado exterior. Si comemos pescado, colocaremos la pala a la derecha y el tenedor de pescado a la izquierda. Es posible que en alguna comida sólo tengamos un plato: en este caso es suficiente con un cuchillo y un tenedor, a la derecha y a la izquierda del plato respectivamente.
Cristalería:
Si sólo bebemos agua, es suficiente con un vaso o copa grande. Si ofrecemos agua y vino, pondremos las dos copas correspondientes para cada persona: la de agua, a la izquierda. El agua se debería servir siempre en una jarra de vidrio o cristal, pero se admite aquí presentarla directamente en la botella de la marca.
Vajilla:
Aunque sea un día corriente y no tengamos ningún invitado, es mucho más agradable una mesa puesta de forma armónica. Todos los platos tendrían que ser de la misma vajilla y estar en buenas condiciones. Cambiaremos los platos cada vez que sirvamos nuevos alimentos, especialmente si hemos tomado sopa o algo con salsa abundante.
Los postres deben tener el plato limpio correspondiente tanto si se trata de helado, pastelería o frutas. Podemos pelar la fruta sólo con el cuchillo, pero si nos acostumbramos a realizar esta operación correctamente (con cuchillo y tenedor), nunca será un esfuerzo y no nos incomodará tener que hacerlo en ocasiones más formales.
Servir los alimentos:
Es muy cómodo servir los alimentos en platos desde la cocina con las raciones oportunas. Otra forma será servirlos en una fuente que dejaremos en la mesa para que todos los comensales puedan servirse. En el caso de las ensaladas, no es adecuado pinchar sus ingredientes de la fuente para comerlos directamente. Debemos servirnos antes en nuestro plato !y no pinzar la lechuga con los dedos! El pan se puede servir en una panera ya cortado. Nunca se corta en la mesa. La fruta y repostería se pueden servir en una fuente para que cada persona pueda tomar lo que desee.
El empleo de los cubiertos.
Cómo se tienen los cubiertos en la mano.
La correcta utilización de los cubiertos denota, en gran medida, la buena educación de una persona. Como regla general todos los cubiertos se toman por el mango en su parte superior.
El tenedor, utilizado en solitario se toma con la mano derecha y con las púas hacia arriba. Se utiliza para llevar los alimentos a la boca, y para trocear alimentos blandos como verduras, tortillas y huevos. Si se utiliza con el cuchillo, el tenedor se toma con la mano izquierda y las púas hacia abajo, siendo su misión llevar los alimentos a la boca. Se toma entre los dedos pulgar, índice y corazón.
La cuchara, se toma con la mano derecha y la concavidad hacia arriba. Es utilizada para alimentos líquidos (sopas), pastosos (cremas, purés) y otros platos como legumbres y platos caldosos. Al igual que el tenedor se toma entre los dedos pulgar, índice y corazón.
El cuchillo se toma con la mano derecha y el filo hacia abajo. Y se utiliza haciendo una ligera presión con el dedo índice, por la parte opuesta al filo. El cuchillo nunca se lleva a la boca, ni se chupa ni se limpia (con la boca o la servilleta). La función del cuchillo es cortar o trocear los alimentos.
La regla general para la utilización de los cubiertos es: la comida se lleva a la boca y no la boca a la comida.
"Regla de oro: la comida se lleva a la boca, no la boca a la comida"
Ninguna de las piezas de la cubertería se limpia con la servilleta. La cuchara se puede utilizar con el tenedor únicamente para servir ensalada. Aunque existen gran variedad de cubiertos, como hemos visto, por regla general, se utilizan solamente los más básicos, no siendo necesarios la mayoría de los cubiertos "extraños" o poco utilizados.
En determinadas ocasiones, sobre todo en restaurantes, veremos que no se ponen todos los cubiertos en la mesa, sino que se van poniendo a medida que se cambian los platos. Es una práctica muy utilizada cuando son pocos los comensales, pues en caso contrario sería casi imposible hacerlo.
Cuando estamos en la mesa y queremos hacer una pausa los cubiertos deben reposar en el plato y no, sobre el mantel o la servilleta. Se deben colocar en ángulo de 45º, el tenedor con las púas hacia abajo y el cuchillo con el filo hacia adentro.
Si terminamos y deseamos que nos retiren el plato, debemos colocar los cubiertos, colocados de forma paralela, a un lado del plato (haciendo la similitud con las agujas de un reloj, en la posición de las cuatro y veinte). También se acepta como correcta la posición de las seis y media.
Los alimentos se cortan a medida que se van comiendo y solamente se trocea entero un alimento a los niños y personas incapacitadas, con algún problema de salud o muy mayores.
Consejos:
La cucharita, por ejemplo, se emplea para mover el azúcar dentro del café, del té o de la leche; pero una vez removida el azúcar no se usa más la cucharita, pues ni el té ni él café se toma a cucharaditas
Los cubiertos no se enarbolan como armas, o como batutas mientras charlamos. Está muy bien conversar en la mesa, pero sin mover las manos, dejando reposar el cubierto en el plato perpendicularmente a nosotras mismas. No dejaremos el cubierto sucio sobre el mantel; lo dejaremos reposar sobre el plato.
El cuchillo nunca debe llevarse a la boca ni siquiera para comer el queso. Para llevar los manjares a la boca tenemos la cuchara y el tenedor; el cuchillo es sólo para partir.
Si una persona se equivoca, no tiene nada de particular. Pero hay que aprender la manera correcta de hacer las cosas. Las reglas para usar los cubiertos se han ido estableciendo poco a poco, a medida que la gente ha ido refinando sus costumbres. Agarrar el tenedor de una manera diferente es tal vez menos elegante, pero no significa mala educación. Significa ignorancia de las costumbres actuales.
Modo de pedir lo que falta.
Nunca se pasará el brazo por delante del vecino, ni para tomar pan, ni agua (suponiendo que el jarro de agua esté en la mesa), sino que, amablemente, se dirá: ¿quieres pasarme esto o lo otro?. Pues nunca se debe pasar el brazo por delante de la persona que tenemos cerca, sino más bien por detrás.
Esto debe hacerse no sólo en la mesa, sino también fuera de ella. Ejemplo: Tres niñas están sentadas en el mismo banco, María, Rosa e Isabel. María le dice a Isabel: "¿Quieres prestarme tu lápiz?". ¿Por dónde pasará el lápiz, Isabel, por delante o por detrás de Rosa?. Lo tiene que pasar por detrás de Rosa.
Manera de servirse.
Cuando te presentan la fuente es de buena educación servirte sin vacilaciones el trozo más próximo a ti. Esto quiere decir que no debes dudar ni andar escogiendo.
No debes inclinar tu cabeza sobre el plato.
Cuando estés terminando la sopa, tampoco debes inclinar el plato hacia ti para recoger la última cucharada.
Cuándo hay que levantarse de la mesa.
No hay que levantarse de la mesa antes que la dueña de la casa; es ella quien debe hacerlo la primera. La dueña de la casa, es la madre; nada de levantarse de la mesa con prisa, espera a que le den permiso.